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Rafael

Pascuale Zamora

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Más allá de la carne y la humanidad
 

Encontramos un ciclo evolutivo de la psique humana, una línea de tiempo que muestra los diferentes hitos y etapas simbólicas del desarrollo humano desde el proceso de concepción del ser, hasta la nada.
Esta serie de eventos nos lleva por un camino donde encontramos dos etapas marcadas en la experiencia vital del ser humano. En la primera etapa, la concepción abarca el ciclo de evolución personal hacia el entorno, los hitos del desarrollo personal y el desarrollo del ser colectivo. Y en la segunda etapa, la preparación para la muerte como concepto, la aceptación de la muerte como realidad y como nada. Estas dos etapas de la experiencia humana surgen de la comprensión personal de la necesidad del ser humano de producir una serie de ideas arquetípicas que, en su constante repetición a lo largo de la historia, representan una constante en la visión de los diferentes elementos que nos conectan y nos hacen comprender lo que significa ser humano.
Además de todo esto, el concepto de la carne, de la fisicalidad del ser, está muy presente en este camino evolutivo de la conciencia humana. Al distorsionar y manipular la carne, intento mostrar la idea de la relación entre lo físico y el subconsciente, donde el primero está vinculado a los efectos de una realidad tangible y, por lo tanto, física, y se ve afectado por los conceptos del tiempo, enfatizando también su fragilidad. La carne es frágil, la carne es solo un recipiente para el subconsciente (la conciencia); la carne es lo único que nos conecta con la realidad, pero no la crea, no la crea, solo nos encuentra en ella. Entonces, la idea de la carne adquiere otro significado, casi siendo negada por el individuo. La fisicalidad del ser es solo una ilusión, y cuando esta se vincula a nociones de identidad, es nula e irreal. La palabra carne es deshumanizante, nos convierte en objetos, en un elemento más dentro de la realidad; no tiene más que la simplicidad de su significado más mundano. La carne es la fisicalidad y el ser va mucho más allá de ella, para comprender la evolución de la conciencia hay que comprender la importancia de su recipiente.
Del mismo modo, los personajes tratados en esta serie de imágenes carecen de identidad, no tienen rasgos que les otorguen ningún tipo de personalidad o identificación alguna, son meramente símbolos de algo más grande que ellos mismos, son símbolos de un sentimiento humano que generaliza y abarca el sentimiento de universalidad del concepto del ser, del yo consciente.
Pero estos elementos casi inhumanos, que tienen en sí mismos ciertos componentes de identificación, se sienten distantes, nos hacen sentir conectados pero desconectados de nosotros mismos, y esto, creo, acentúa la experiencia humana, la valora porque dejamos el ego a un lado, dejamos el yo a un lado para centrarnos en un descubrimiento mucho más profundo, lleno de imágenes que quizás no podamos entender pero que son cautivadoras al mismo tiempo.
Creo que aquí reside la importancia de estos conceptos, pues mucho más que la carne, mucho más que la experiencia humana, solo hay misterio. ¿Qué existe más allá de esto? ¿Qué hay más allá de la simple pregunta? ¿Qué es ser humano? Aquí está el cuestionamiento persistente que llena mi vida; ese misterio, esa magia que vive y muere, es lo que perdura.

 © 2019 by Rafael Pascuale Z. Proudly created with Wix.com

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